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Nuestro Centro como Comunidad Cristiana, intenta dar respuestas a los retos y desafíos de nuestro mundo “globalizado” desde los valores de humanización, evangélicos y franciscanos con las características, talante y estilo educativo de Mª Ana, nuestra fundadora.
Nuestra escuela se identifica en torno a un Proyecto Educativo inspirado en la Buena Noticia, en una sociedad plural, cambiante con una actitud abierta y dialogante.
Nos centramos en descubrir y potenciar el valor de la persona y todo lo que es profundamente humano. Creando un clima o ambiente escolar motivador, crecemos como Comunidad Educativa que promueve y encarna los valores evangélicos que ayuden a formar personas autónomas y libres, críticas, justas y comprometidas con la sociedad, donde los valores de la gratuidad, el servicio y la generosidad contribuyan a la paz y justicia.
Llamados a crecer y crear una escuela que sea Buena Noticia contamos con la corresponsabilidad evangelizadora de todos y la actualización del sentido vocacional de todos los miembros de la Comunidad Educativa.
La pastoral del centro va a dar respuestas educativo-evangelizadoras a las necesidades de todos los miembros y ayudar a los alumnos en la vivencia de la fe y de los valores evangélicos que les lleve a un encuentro progresivo con Cristo a ejemplo de Francisco de Asís y Mª Ana.
Para la realización de muchas de las actividades que realizamos en el centro, contamos con la ayuda desinteresada de un grupo de madres (Madres de Pastoral).
María Ana Mogas Fontcuberta (1827-1886) fue la fundadora de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Desde sus primeros años profesó un gran amor a la Virgen, bajo la advocación de la Divina Pastora.
Aunque su existencia no fue fácil, por la pérdida temprana de sus padres, rechazo una vida de comodidad para seguir la llamada de Dios a su servicio en fidelidad al carisma de San Francisco de Asís.
Mujer inclinada a hacer el bien, destacó por sus numerosas actividades sociales, religiosas y benéficas.
En 1850 funda las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, congregación que, en la actualidad, se extiende por países de tres continentes ( Europa, América y África) con labores educativas y de atención sanitaria.
Con confianza en la oración, María Ana se deja guiar por el Señor para ir fundando a lo largo de su vida diferentes Colegios y
Su lema fue “Amaos. Caridad, caridad verdadera. Amor y sacrificio” y los valores de su propuesta siguen vigentes en nuestros Colegios.
El 6 de octubre de 1996 fue beatificada por el papa Juan Pablo II.
(1182-1226) Fundador de la orden franciscana, es una de las grandes figuras de la historia de la Iglesia.
Hijo de un rico comerciante, pasó a vivir en la más estricta pobreza y con los Evangelios como norma de vida.
Fue canonizado por la Iglesia en 1228 y su festividad se celebra el 4 de octubre.
La Virgen, bajo la advocación de la Divina Pastora, desde los tiempos de nuestra fundadora, está presente en los lugares donde se reúnen las hermanas y donde están presentes en su faceta de educadoras.
De María Ana decían que “era muy devota de la Divina Pastora. Cuando alguna niña se portaba mal la llevaba delante de su imagen para pedir perdón; luego sacaba dulces del zurrón que tenía colgado.”
Tal era la devoción de la madre Mogas que cariñosamente llamaba a la Divina Pastora “la Suprema Abadesa”. De ella admiraba su fidelidad, el modelo de vida y de entrega al plan de Dios, su consagración a Jesús y la unión con este.
Trabajamos la dimensión espiritual de nuestros alumnos para que contemplen la vida como un regalo, encuentren un disfrute en la experiencia cotidiana, cuenten con un sistema de valores y descubran a Jesús, Hijo de Dios, como fuente que aporta sentido a su vida.
Posibilitamos a nuestros alumnos experiencias que les ayuden a escuchar en su interior y descubrir todo lo bueno que hay en ellos, a través de la reflexión y de la educación de la interioridad, del silencio y del acercamiento a la Palabra de Dios.
Favorecemos en nuestras escuelas un estilo de convivencia que aspira a las relaciones fraternas basadas en el respeto, la empatía, la acogida y la sencillez, potenciando un ambiente de diálogo y de comunicación efectiva y afectiva.
Educamos a nuestros alumnos en la toma de conciencia de las necesidades ajenas, en la compasión y en el compromiso para contribuir altruistamente en la adquisición del bien común para todas las personas.
Para ello desarrollamos proyectos de voluntariado y campañas solidarias dentro y fuera del ámbito escolar, en los que nuestros alumnos viven experiencias de asistencia a los demás y se comprometen preferencialmente con los más desfavorecidos.
Educamos a nuestros alumnos para que profundicen en el misterio de la persona que camina hacia la fe y fomentamos el diálogo fe, cultura y vida a través de la Enseñanza Religiosa Escolar.
Contemplamos una pastoral sistémica y de procesos donde nuestros alumnos y antiguos alumnos tienen la oportunidad de iniciar un camino de catequesis que les permite crecer en la fe en Cristo. Pieza fundamental son los educadores, agentes de pastoral, a los que ayudamos en su crecimiento personal y de fe. Desde el proyecto de Misión Compartida favorecemos su identificación con el ideario de centro y les animamos a que se comprometan en la transmisión de los valores evangélicos y al estilo educativo franciscano.